Lo que este sistema tenía preparado para mi

En el marco de la presentación del libro “Lof Lafken Winkul Mapu” se leyeron textos de las integrantes del Colectivo Tinta Revuelta, inspirados en su lectura que tuvo lugar en el espacio del taller.

 

Por Jimena Delgado

 

Mi suelo, mi nido, mi calidez y sobre todo mi mamá. Me arrebataron todo lo que yo necesitaba, en el momento donde el juez firmó una orden de allanamiento y ordenó detener a todas las personas que vivían en esa casa. Año 1996. Golpes en la puerta. Yo estaba en mi habitación. Mi mamá no estaba conmigo en ese momento. Creo que estaba en su pieza. Me da escalofríos recordar el miedo que tuve en ese momento, no a la policía, ni la cantidad de personas que invadieron mi casa, sino el miedo a que no sabía qué era lo que le iban a hacer a mi mamá, ni qué era lo que iba a pasar con ella. El primer desconocido que se me paró adelante fue un policía y yo en ese momento supe lo que era el monstruo. Mi mamá me había dicho que los monstruos no existían pero yo en ese momento y con 3 años me di cuenta que ese era el peor de todos, el Estado. 

No lloré, no en ese momento. Pasé de brazo en brazo, nadie me protegió a mi de esa situación. No había lugar para caminar, en un momento caí en los brazos de un tipo de Crónica que estaba con una cámara en el hombro y con la otra mano me tenia a upa y dijo: “saquen a esta nena de aca por favor”. No tenía tantas ganas de que me sacaran de ahí, no quería que me alejaran de mi mamá. No quería que mi mamá fuera a la cárcel, no quería perderla. No quería que me saquen de mi hogar, ni dejar mi patio con mi caballo en la pared.

La vi a mi mamá ese dia por última vez en mucho tiempo. Estuvo varios años en la cárcel pero nunca más volvimos a recuperarnos. Hoy voy en contra de todo lo que este sistema tenía preparado para mi.

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Editorxs Tinta Revuelta

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