Entrevista a Juan Pablo Parchuc*
Conversamos con Juan Pablo Parchuc coordinador del IV Encuentro Nacional de Escritura en la Cárcel que se realizará este jueves 5 y viernes 6 de octubre en el Centro Cultural Paco Urondo (25 de Mayo 201).
Para ver la programación entra acá: https://www.facebook.com/escrituraenlacarcel/
Por Tinta Revuelta
TR:En la cárcel conocí muchos talentos, ¿vos imaginabas esto o te llevaste una sorpresa?
JPP: Talento hay en todos lados y obviamente en la cárcel también. Lo que veo adentro, con las cuestiones de escritura o artísticas, es que todo se intensifica porque hay una necesidad de contar y de decir y un recorrido de vida que colabora en esos procesos creativos, entonces ahí surgen cosas muy interesantes. Yo creo que todo lo que se produce ahí adentro es valioso, pero tampoco soy de los que lo valoran sólo porque salió de ahí. Hay una producción interesantísima, a mí por ejemplo, la poesía de Liliana Cabrera me impacta mucho, es una escritora a un nivel que no necesita decir que estuvo presa para poder tener un lugar en la escena, en este caso, de la poesía. Yo creo que hay muchos talentos adentro como hay en muchos otros lados.
TR: ¿Y cómo surge la idea de crear estos Encuentros?
JPP: Bueno, lo venimos haciendo hace cuatro años, los primeros surgieron de un diálogo con la Biblioteca Nacional, que también estaban queriendo hacer algo pero desde otra perspectiva, quizás pensando más como en una especie de género de literatura carcelaria y nosotros veníamos con la experiencia de los talleres, de los espacios de escritura, de la carrera de Letras y demás. Entonces se nos empezó a ocurrir la idea de plantear un Encuentro. En el principio, la idea fue poder sacar afuera todo eso que se hace adentro, había por ahí algunos espacios de difusión, nosotros habíamos hecho charlas en la Facultad, algún evento chiquito, y nos parecía que se podía pensar algo un poco más grande y que funcionara también como una plataforma para hacer escuchar eso en otros ámbitos. Así surgió la idea, también por las ganas de generar contacto con un montón de compañeros y compañeras que trabajan adentro generando otras experiencias. Hay un eje que, por ahí, articula la experiencia que es la palabra, la escritura como una herramienta, como un terreno de exploración tanto en el ámbito educativo, académico, como la escritura creativa o periodística. Nos parecía que había algo interesante para contar, y también para indagar, para explorar nosotros. Es un esfuerzo enorme hacerlo, estamos meses y claro…a medida que va tomando volumen, mayor es la responsabilidad. El primero lo armamos en un mes y juntamos la gente que conocíamos, los que estaban más cerquita, pero cada vez es más difícil porque uno quiere no repetir… es todo un trabajo pero también es un momento para todo el equipo de mucha alegría cuando lo completamos. Por eso también la idea de Encuentro es vertebradora, la idea de encontrarnos, de contar lo que hacemos, pero también pensarnos colectivamente, y sin restringir a lo que es la Universidad, porque no es un encuentro académico, aunque lo organizamos desde un Programa Universitario, sino que es más un encuentro desde la perspectiva que trabajamos siempre nosotros: junto a las organizaciones.
TR: ¿Qué expectativas hay sobre este nuevo Encuentro?
JPP: Por lo pronto que salga tan lindo como el anterior, que venga un montón de gente. Tenemos invitados e invitadas que vienen de distintas partes del país, ya el año pasado el Encuentro tomó una dimensión y un alcance más nacional, como dice su título, que quizás en las primeras no habíamos podido lograr, porque todavía no estaba instalado. Trabajamos con muy pocos recursos, no podemos bancar viajes ni viáticos, pero de alguna manera el Encuentro empezó a andar, se empezó a correr la voz y fue tomando volumen, así que esperamos que sea un gran Encuentro, ya habrán visto la programación. Nosotros la pensamos mucho también a partir de los diálogos que tenemos durante todo el año, los temas que vemos como emergentes, cosas que hay que elaborar o discutir. Entonces pensamos el Encuentro no solo como un espacio de difusión sino también de formación para nosotros y nosotras. De formación y articulación con otros programas universitarios, otras organizaciones sociales, con cooperativas, con espacios que piensan la problemática, tanto dentro como afuera.
TR: ¿Qué repercusiones tiene el Encuentro dentro de las unidades?
JPP: Bueno la semana pasada hicimos un Pre Encuentro en Devoto. No logramos armar el Pre Encuentro en Ezeiza pero ya lo vamos a hacer, aunque sería un Post Encuentro (risas). Adentro del penal, despierta mucho interés, lo sabemos, porque todo el tiempo están preguntando, no solamente en el CUD (Centro Universitario de Devoto), en el CUE (Centro Universitario de Ezeiza) sino en los Centros de Régimen Cerrado, donde se alojan a los y las jóvenes.
“Los espacios creativos marcan una lógica muy distinta a la de la institución y desde ahí afecta esas condiciones, las altera, meten ruido…”
TR: Sí, allá empezó el revoleo con el librito de Lautaro…porque ellos pidieron el permiso para que salga a presentarlo al Encuentro. Cuando vio la posibilidad de verse en otro lugar… ya cuando vio materializado el libro fue como un flash… Hay mucha gente que piensa que les pibxs de la calle y les pibxs chorrxs no tienen una salida, que van a ser siempre pibxs chorrxs, ¿vos que pensas de eso? ¿Creés que tienen posibilidad de integrarse?
JPP: Hay una serie de condiciones que restringe mucho las posibilidades y oportunidades reales que tienen. Hay dos sectores mezclados, hay gente en situación de calle y la juventud, el pibe pobre de barrio marginal o periférico. Pero además, no hay que desconocer las condiciones de vida, la situación de pobreza y todo lo que implica en términos de restricciones y una serie de prejuicios, estigmas y formas de relación social que restringe muchísimo las posibilidades… Ahora si me preguntas a mí, si tienen salida, obviamente que la tienen. Y creo incluso, que en los casos más extremos, uno tiene el deber ético de pensar que esa persona tiene la posibilidad de salir, de hacer una vida distinta. Los que estamos de este lado, de la universidad o de las organizaciones trabajando para que esas condiciones cambien, por más que rememos en contra de la corriente, buscamos todo el tiempo la manera de imaginar cómo se pueden lograr esas salidas y en generar esas fugas, y eso lo aprendimos adentro con los compañexs. Es una salida colectiva lo aprendimos en las experiencias que conocemos, YoNoFui es un caso emblemático, los espacios universitarios también.
Yo me acuerdo siempre de las palabras de “Cacho” (Rodolfo Rodríguez), un compañero del CUD. El tiene una historia muy larga de encierro y cuenta que se acercó al CUD porque estaba cerca del perímetro del lugar para fugarse, y después, con el tiempo se fue dando cuenta que la fuga, por más que se concretara, si era individual no servía. La única manera de salir era una salida colectiva, porque sino, por más que él saliera iba a volver a caer. Y dice que no volvió a caer por la red de vínculos , ese grupo de contención que construyó allí y que le dio las condiciones para no volver…
TR: Y en este sentido, ¿cómo pensás que impacta la educación y la lectura dentro de las cárceles?
JPP: Sin duda tienen un impacto muy importante. Los espacios creativos marcan una lógica muy distinta a la de la institución y desde ahí afecta esas condiciones, las altera, meten ruido … A la vez, el tipo de población que suele ser seleccionada por el sistema penal, es cierto que una gran porción de esa población no tuvo acceso antes a la lectura, a la educación o tiene trayectorias educativas muy entrecortadas, muy violentadas, incluso por las propias instituciones escolares. Entonces de repente, adentro se abre esa oportunidad de acceder a la educación, a un libro, a leer otra cosas y eso decimos que abre horizontes de posibilidad, permite imaginar, reelaborar situaciones conflictivas adentro, afuera, hasta anteriores a ese momento, y te permite tener herramientas de vida. Volviendo a la pregunta anterior, la gente al tener vida detrás, recorridos de vida muy densos, muy cargados, a veces con situaciones de violencia, tienen un montón para decir y para escribir y a la vez la lectura quizás, le da la oportunidad de contar esas cosas, reelaborarlas, proyectar e imaginar otras formas de ser y de actuar en el mundo. Salir un poco de ese lugar en el que lo coloca la institución, también el sistema penal porque las personas son mucho más complejas que eso que hicieron y que los llevo a la cárcel, entonces la educación y la lectura lo que abre es ese territorio de conocimiento, de reflexión personal o grupal que permite imaginar otros mundos para adentro y para afuera.
TR: ¿Y las pibas y los pibes de los institutos, se enganchan?
JPP: Con el proyecto de los Centros, estamos usando parte de la producción de los talleres para armar un fanzine, que se va a distribuir en el Encuentro, entonces están muy pendientes los pibes de que eso se va a conocer, que lo que ellos hacen adentro, lo van a ver afuera. Eso entusiasma muchísimo. Lo mismo en Devoto, lo mismo en Ezeiza. También vendrán al Encuentro pibes de IRAR (Instituto de Recuperación del Adolescente de Rosario) que nos escribieron, les mandamos la invitación y pueden conseguir salidas para los pibes, vienen del Complejo Esperanza de Córdoba, vienen de La Plata, del Instituto Almafuerte, de distintos lugares, muchos profes a veces acompañando a los pibes y nosotros desde el Programa pedimos salidas para los estudiantes universitarios, que seguro no nos van a dar, pero que las pedimos igual. Así que eso también genera mucha expectativa: la salida y poder compartir esos espacios porque es difícil imaginarse adentro qué pasa afuera con todo esto.
TR: Ah van a haber un montón de cosas… mucha gente de todos lados!
JPP: Y hablando de los jóvenes, que me parece que es uno de los temas importantes de este año, el tema de la baja… nosotros veníamos pensando en cómo tematizarlo… y se nos ocurrió la mesa típica, especialistas hablan “sobre”…, y de hecho viene Ana Laura López y va a hablar en una mesa sobre reformas regresivas. Pero después dijimos, de qué manera contarlo desde otro lugar, entonces armamos una mesa con pibes, hablan los pibes y pibas y no todos los pibes y pibas que van a estar ahí pasaron por el encierro, son jóvenes que van a contar sus experiencias de vida, lo que les gusta hacer, mostrar su arte, cantándolo o haciendo una representación, va a ser un espacio para ellos y ellas, como para sacarlos también de ese lugar donde se instala a la juventud hoy, ¿no? de criminalización. Pensar a los jóvenes desde otro, obviamente también en la mesa van a haber pibes que están adentro y que les pedimos la salida, ojalá que salgan y algunos que salieron hace poco y que andan también participando de estos espacios que tenemos afuera.
TR: Sí, están todos re emocionados, está re bueno eso, por lo menos para el adentro porque la verdad que los horizontes dentro del Agote y el Roca son imposibles porque también tenés esto de que salgo mañana y que después vuelvo a entrar y salir ¿no?… propio de la edad también, entonces es muy difícil sentarte y leer, y lo logramos con el libro de Lautaro, con el libro de las chicas, con Expreso Literario.
JPP: Es un proyecto a largo plazo con los pibes. La arbitrariedad que tiene además el Sistema Penal Juvenil hace que ni siquiera sepan los tiempos, no saben cuánto van a estar adentro, pueden salir mañana, dentro de dos años o tres… debe ser muy difícil proyectar. Los pibes y las pibas a esa edad, son muy inquietos, pero con el proyecto de talleres estamos teniendo unas experiencias realmente buenísimas y momentos aunque sean chiquitos, desde donde se producen cosas muy muy buenas.
TR: ¡Vamos las pibas y los pibes también!
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